Empecé este libro con muchísimas ganas de saber que iba a pasar, ya que
el final de Delirium me dejó en shock. Al principio me resultó un poco lioso porque va intercalando capítulos de
"entonces" que es la continuación del final, lo que pasa cuando llega a la Tierra Salvaje. Y
"ahora" su misión actual en la resistencia.
Lo primero que pensé fue "esto no me va a gustar nada" mas que nada porque el primer capítulo es de "ahora" así que cuando empiezas a leer en vez de encontrarte con qué le pasa a Lena después de dejar a Alex al otro lado de la alambrada, te empiezan a contar algo que no tiene nada que ver y por lo tanto,
estás perdida. Pero he de reconocer que
a medida que pasaba las páginas todo se iba aclarando y me encantaban esos cambios de situación.
Ahora que estoy despierta y consciente, lo único que deseo es volver a dormirme. Al menos en sueños puedo estar con Álex, puedo soñar que estoy en un mundo diferente. Aquí, en este mundo, no tengo nada: ni familia, ni hogar, ni un sitio al que ir. Álex se ha ido. Ahora mismo, hasta mi identidad habrá sido invalidada oficialmente.
Una de las cosas a las que favorece hacer esto, es que por ejemplo, cuando terminas un capítulo de "entonces" te deja con la intriga y tienes que esperar dos capítulos para poder saber lo que pasa. De forma que
la trama nunca baja el ritmo y no puedes parar de leer.
En esta segunda entrega nos encontramos con una Lena totalmente diferente ya que
el estar en la Tierra Salvaje la ha hecho más fuerte y madura.
Esa es la desventaja de la libertad: cuando eres completamente libre, estás completamente solo
Lo último que te imaginas en un libro es que los protagonistas acaben separados (que es con lo que nos encontramos en el final del primer libro) de forma que todo
lo que creías que sabías, se cae en pedazos. En esta continuación de la historia Lena se ve obligada a aceptar que Alex está muerto (aunque nunca lo termina de conseguir) pero en la mayor parte del libro
tiene a su lado a nuevas personas. Raven, Sarah, Blue, Hunter. . . del "entonces" en la Tierra Salvaje . . . Y
Julián en el "ahora".
Durante un momento siento una punzada de tristeza. Ya he tenido que renunciar a tanto, a tantas vidas, a tantos yos… He crecido y he resurgido de los escombros de mis antiguas vidas, de las cosas y de las personas a las que he amado. Mi madre. Grace. Hana. Álex.
Este último personaje ha llegado a lo más ondo de mi corazón, y su presencia hace que sucedan cosas inesperadas . . .
Me ha encantado este libro y una vez más tengo que decir que la forma de narrar de Lauren Oliver me enamora. Cuando lo leais vais a sumergiros tanto en el libro que parecerá como si lo estuvierais viviendo allí, con ellos. Pasando hambre, frío, guerras, peligro y sobre todo, luchando contra el pasado.
Por primera vez se me ocurre que esto, en realidad, puede haber sido el objetivo de los muros y las fronteras, de la intervención y las mentiras: convertirse en un puño que aprieta cada vez más. Es un mundo hermoso para la gente a la que le toca hacer de puño.
Y cuando menos os lo espereis, cuando creais que todo ha acabado, que ya se ha arreglado todo, volvereis a sorprenderos. Porque el final de Delirium no es nada comparado con este. . . es mucho más.